Controversia por la construcción de un vallado en la frontera de Aguas Blancas

Argentina planea instalar una cerca de 200 metros en Salta para combatir el narcotráfico, generando tensiones diplomáticas con Bolivia

El Gobierno argentino anunció la construcción de un vallado de alambre de aproximadamente 200 metros en la frontera de Aguas Blancas, en la provincia de Salta, con el objetivo de reforzar el control migratorio y frenar el contrabando y el narcotráfico. La iniciativa ha despertado críticas tanto a nivel local como internacional, en especial por parte del gobierno boliviano, que ha solicitado una instancia de diálogo para abordar la cuestión fronteriza.

El objetivo del vallado

Aguas Blancas, ubicada en el departamento de Orán, es uno de los puntos más sensibles de la frontera norte de Argentina debido al constante flujo de personas y mercaderías a través del río Bermejo. La instalación del vallado responde a una estrategia del Ministerio de Seguridad de la Nación para endurecer los controles y reducir las actividades ilegales que se desarrollan en la zona, como el tráfico de drogas y el contrabando de productos provenientes de Bolivia.

La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, ha defendido la medida asegurando que forma parte de una política integral para reforzar la seguridad en las fronteras del país. “Estamos trabajando para que los pasos ilegales dejen de ser una vía libre para el crimen organizado. Esta es una de las muchas acciones que vamos a implementar en la frontera norte”, declaró.

Reacciones en Bolivia y críticas a la medida

Desde Bolivia, el gobierno de Luis Arce ha expresado su preocupación por la decisión de Argentina. El vicecanciller boliviano, Freddy Mamani, indicó que su país solicitará información oficial y buscará una instancia de diálogo con el gobierno de Javier Milei para abordar la situación. “Entendemos las preocupaciones de Argentina en materia de seguridad, pero cualquier decisión que afecte la frontera debe ser conversada de manera bilateral”, señaló.

Organizaciones sociales y comerciantes de la zona también han manifestado su rechazo a la medida, argumentando que dificultará la actividad económica de quienes dependen del comercio fronterizo. “Para muchas familias de Orán y Bermejo, el intercambio comercial es su única fuente de ingresos. En lugar de cerrar la frontera, deberían buscar alternativas para formalizar el comercio”, comentó un referente del sector mercantil en Aguas Blancas.

El contexto de la seguridad en la frontera norte

El gobierno de Milei ha puesto un fuerte énfasis en el control del narcotráfico y el crimen organizado en el norte del país, una región históricamente vulnerable a estas problemáticas. En este sentido, además del vallado en Aguas Blancas, se espera que en los próximos meses se refuercen los operativos de Gendarmería Nacional y se instalen nuevos sistemas de monitoreo en otros pasos fronterizos críticos.

Mientras la medida sigue avanzando, la controversia continúa. La instalación del vallado en Aguas Blancas podría marcar un nuevo capítulo en la relación bilateral entre Argentina y Bolivia, en un contexto donde la seguridad y la economía fronteriza entran en tensión.