Peregrinos en Salta: la fe que camina hacia la Procesión del Milagro

Las calles de la ciudad de Salta comenzaron a llenarse de emoción y fervor con la llegada de los peregrinos que, desde distintos rincones de la provincia y del país, emprendieron largas caminatas para participar de la Procesión del Señor y la Virgen del Milagro.

La fe que une caminos

Como cada año, miles de devotos recorrieron durante días rutas, sendas y pueblos llevando consigo no solo banderas y estandartes, sino también promesas, pedidos y agradecimientos. Los primeros grupos arribaron entre aplausos, lágrimas y la solidaridad de los vecinos que los recibieron con agua, alimentos y gestos de aliento.

Muchos caminaron cientos de kilómetros, soportando el cansancio, el frío de la madrugada y el calor del día, pero sosteniendo su paso con una convicción profunda: llegar a la Catedral Basílica para encontrarse con las imágenes del Milagro, símbolo de protección y esperanza para los salteños.

El corazón de la celebración

La Procesión del Milagro, que se llevará a cabo el próximo 15 de septiembre, es uno de los eventos religiosos más importantes de Argentina. Cada año convoca a multitudes, y los peregrinos representan el espíritu más genuino de la devoción popular: la fe puesta en movimiento.

Voces de peregrinos

“Venimos caminando desde hace una semana. El cansancio es enorme, pero la emoción de llegar a los pies del Señor del Milagro lo supera todo”, contó Rosa, una devota de Cafayate. Otros, como Juan, llegaron desde Jujuy: “Traigo conmigo la promesa de mi familia. Venimos a agradecer por la salud y por el trabajo”.

Una ciudad que recibe

La llegada de los peregrinos transforma la vida cotidiana de Salta. Las calles se convierten en escenario de aplausos, lágrimas y cantos. Voluntarios, organizaciones y parroquias se organizan para ofrecer comida caliente, asistencia médica y espacios de descanso a quienes llegan tras largas travesías.